Jenna Creed, tímida e insegura, observa a su confiada hermanastra Maddy May haciendo yoga y, vacilante, decide unirse después de que Maddy le ofrece ropa de repuesto. Jenna regresa con un atuendo de yoga que le queda un poco pequeño, lo que lleva a un momento embarazoso cuando se le rompen las mallas. Maddy, en una muestra de solidaridad, también se rompe sus propias mallas. Deciden seguir practicando con sus mallas rotas y, mientras comparten un momento de intimidad, ambas confiesan que están enamoradas la una de la otra y, finalmente, aceptan tener relaciones sexuales.