María regresa a la casa de su infancia para la lectura del testamento de su madrastra, llena de temor por enfrentarse a su distanciado hermanastro, Adam. Su reencuentro es tenso; Adam reacciona inicialmente con dolor y resentimiento, mientras que María lucha con sus sentimientos sobre la crueldad pasada de su familia, particularmente con respecto a su identidad como mujer trans. Brandi, la novia de María, la apoya durante este difícil encuentro. Mientras enfrentan años de malentendidos y recuerdos dolorosos, Adam comienza a ver la verdad sobre la dinámica de su familia. Los hermanos intentan cerrar la brecha entre ellos, preguntándose si pueden reconciliarse después de tanto daño.